nemo, 8 de septiembre de 2002, 20:47:47 GMT

Houston, tenemos un problemilla!!

Dios, que desesperación cuando encuentras esa página que llevabas buscando un buen rato y cuando haces click... argh, no funciona. Y lo que nos sale es una pantallita como la siguiente... bueno, no exactamente:

  http://www.pitoche.com/error.htm

nemo, 8 de septiembre de 2002, 20:34:03 GMT

Estar de moda

Existen, a mi parecer, dos clases de ropa: la que uno se pone para ir a la calle, y la ropa que se pone para estar en casa. En el primer grupo está la ropa de ir al trabajo, la de los fines de semana, la de las ocasiones especiales, la de ir a la playa o al monte, etc; es decir, la ropa que todo el mundo se pone y que el resto del mundo ve. Por otra parte está la que yo denomino "ropa casera"; es esa vestimenta que todo el mundo también tiene pero que los demás, salvo raras ocasiones, llegamos a ver a los demás. Esas camisatas tan desgastadas que son casi transparentes, con estampados que ya ni se ven, o esos pantalones de pijama que se caen a trozos y de colores merecedores de sanción; y la lista sigue con las zapatillas de casa (más de un susto me he llevado cuando he ido a casa de algun amigo/a y me ha abierto la puerta así, sin avisar ni nada, y unos leoncitos, u ositos, o conejitos me han saludado a la altura de sus pies. Palabra), jerseis, sudaderas, etece, etece... Pues bien, este fin de semana me he dado cuenta de que la clasificación estaba incompleta. Si, existe otra clase de ropa diferente a las otras dos ya mencionadas: la ropa de ir a jugar un partidillo con los amigoides. Realmente se podría decir que es una especie de fusión, un remíx chungo de despropósitos materializado en 10 o 12 tíos que corren tras una pelota, así, a la vista de todo el mundo. Porque, ¿qué es lo que uno vé en un partido dominguero de éstos?. Para empezar están las camisetas: las hay de algún equipo conocido de la liga (local, nacional o foraneas), las hay con mangas, sin mangas, manga larga, tirantes, con publicidad de cualquier clase ("Rebajas en Almacenes Lopez. !Acércate y verás¡", "Peña Caracola", "Nivea for sun", "Sobaos Martinez, aupa Indurain", y toda clase de refrescos y cervezas que te puedas imaginar), y sobre colores mejor ni comentar; y todo lo anterior es igualmente válido para los pantalones cortos, que a veces no son tan cortos, o son de chandal, o ciclistas, o vaqueros rotos si hace falta. Si seguimos bajando llegamos a los calcetines, generalmente deportivos con sus rayas rojas o azules pero sin descartar del todo a los negros y marrones, las medias de futbol, los de lana de ir al monte, o tambien el estilo "machote yo" (es decir, directamente sin calcetín y ampollas a mi). Y llegamos por fin a las estrellas de la moda, las zapatillas, si es que se puede llamar asi a esas "cosas" que recubren los pies. Para que nos hagamos una idea mental del asunto imaginemos que hubiésemos guardado todo el calzado que hemos usado desde EGB, sin limpiar y llenos de polvo. ¿Cual es que usaremos si vamos a un partidillo? Exacto, los más guarros, los más chungos, los más gastados y los que tienen algun huequecillo por donde se nos vé el calcetín. Y ¿acaso nos va a importar algo que la gente nos vea por la calle de esa guisa? En absoluto. Por la calle van esos grupos de chicos, todo sudados y sucios, hablando de jugadas, de la patada que me has dado "sin querer", mientras uno lleva una botella de agua y otro va botando una pelota. Y da igual si es lunes, o domingo, si llueve, graniza o hace sol, o si pasas por medio de una boda o un entierro, porque tienes salvoconducto: vamos al partidillo.